El cinismo de Aznar
Escucho hoy a Aznar (no en TVE, la pago pero no la veo) responder en ese tono solemne y ofendido, de maestro que sufre con la ignorancia y la maldad de sus de sus discípulos, cuando le preguntan por las irregularidades que denuncian los familiares de los fallecidos en el YAK 42: dejen a los muertos en paz, las elecciones pueden justificar muchas cosas, pero hay una cosa injustificable, y es que a los muertos no se les deje en paz,
me resulta vomitivo.
Me explicaré, si es preciso negando mi postura en temas como la invasión de Irak por el cártel mafioso del petróleo ¿cómo llamar si no a dos guerras realizadas sobre un país, Irak, por dos presidentes, padre e hijo, cuyo interés empresarial particular está en el petróleo y el armamento? ¿lo llamamos casualidad? ¿lo llamamos defensa de la democracia y de la paz? Pues vale: lo haré.
Quiero decir, supongamos que era justo atacar Irak para acabar con un terrorismo que amenaza a la mayoría de la Humanidad, supongamos que la invasión contaba con el apoyo de la ONU, supongamos que había armas de destrucción masiva, supongamos que las condiciones en las que los soldados españoles viajaban a la zona en guerra eran magníficas (primera clase, en un avión de dos años de antigüedad máximo, por poner un ejemplo bondadoso).
En esta situación, un señor, Aznar, supuestamente legitimado, envía cientos de soldados y en uno de los viajes, aunque sea de vuelta, tiene un accidente en el que mueren 60 personas. Una persona con un mínimo sentido de la ética personal (católico por más señas) debería relacionar esas muertes con su decisión, él es responsable incluso aunque su decisión haya sido legítima y justa, no estoy diciendo que sea culpable (que a mi juicio lo es, él y toda su camarilla), me refiero al sentido de la responsabilidad que va unido a la toma de cualquier decisión.
Su decisión ha ayudado a acabar con peligroso dictador asesino y también ha provocado la muerte de casi un centenar de compatriotas, ¿compensa una cosa a la otra? Dígalo entonces señor Aznar. La responsabilidad supone asumir TODAS las consecuencias de nuestras iniciativas: incluidas las negativas.
En esta línea, que se desprecie a unas familias que han perdido a sus hijos, maridos, padres, hermanos, y se les acuse de usar los muertos es tremendo, sobre todo cuando quien las hace no les ha presentado excusas y, haciendo uso de la manipulación y el oscurantismo, no los deja que intenten aclarar en qué condiciones ha tratado a sus muertos en vida y tras la muerte. Tienen derecho a saber lo que quieran y cuando quieran, puesto que son los únicos que han pagado un precio (en esta parte del conflicto) por una guerra presuntamente legal y legítima.
Así que un señor que saca a los muertos por ETA para acabar con los nacionalistas, a los muertos de ETA (por el GAL) para acabar con los socialistas, a los muertos de la URSS, Vietnam (del norte claro) y China para acabar con los comunistas, a los muertos de Sadam Hussein para acabar con la oposición a la guerra, un señor, decía, que actúa así y que es responsable (ya que se deriva de su decisión) de la muerte de unos militares debería agachar la cabeza, pedir perdón e irse, en caso contrario debería estar dispuesto a escuchar que alguien piense que es simplemente un cínico bastardo.
Me explicaré, si es preciso negando mi postura en temas como la invasión de Irak por el cártel mafioso del petróleo ¿cómo llamar si no a dos guerras realizadas sobre un país, Irak, por dos presidentes, padre e hijo, cuyo interés empresarial particular está en el petróleo y el armamento? ¿lo llamamos casualidad? ¿lo llamamos defensa de la democracia y de la paz? Pues vale: lo haré.
Quiero decir, supongamos que era justo atacar Irak para acabar con un terrorismo que amenaza a la mayoría de la Humanidad, supongamos que la invasión contaba con el apoyo de la ONU, supongamos que había armas de destrucción masiva, supongamos que las condiciones en las que los soldados españoles viajaban a la zona en guerra eran magníficas (primera clase, en un avión de dos años de antigüedad máximo, por poner un ejemplo bondadoso).
En esta situación, un señor, Aznar, supuestamente legitimado, envía cientos de soldados y en uno de los viajes, aunque sea de vuelta, tiene un accidente en el que mueren 60 personas. Una persona con un mínimo sentido de la ética personal (católico por más señas) debería relacionar esas muertes con su decisión, él es responsable incluso aunque su decisión haya sido legítima y justa, no estoy diciendo que sea culpable (que a mi juicio lo es, él y toda su camarilla), me refiero al sentido de la responsabilidad que va unido a la toma de cualquier decisión.
Su decisión ha ayudado a acabar con peligroso dictador asesino y también ha provocado la muerte de casi un centenar de compatriotas, ¿compensa una cosa a la otra? Dígalo entonces señor Aznar. La responsabilidad supone asumir TODAS las consecuencias de nuestras iniciativas: incluidas las negativas.
En esta línea, que se desprecie a unas familias que han perdido a sus hijos, maridos, padres, hermanos, y se les acuse de usar los muertos es tremendo, sobre todo cuando quien las hace no les ha presentado excusas y, haciendo uso de la manipulación y el oscurantismo, no los deja que intenten aclarar en qué condiciones ha tratado a sus muertos en vida y tras la muerte. Tienen derecho a saber lo que quieran y cuando quieran, puesto que son los únicos que han pagado un precio (en esta parte del conflicto) por una guerra presuntamente legal y legítima.
Así que un señor que saca a los muertos por ETA para acabar con los nacionalistas, a los muertos de ETA (por el GAL) para acabar con los socialistas, a los muertos de la URSS, Vietnam (del norte claro) y China para acabar con los comunistas, a los muertos de Sadam Hussein para acabar con la oposición a la guerra, un señor, decía, que actúa así y que es responsable (ya que se deriva de su decisión) de la muerte de unos militares debería agachar la cabeza, pedir perdón e irse, en caso contrario debería estar dispuesto a escuchar que alguien piense que es simplemente un cínico bastardo.
2 comentarios
El güende -
nando -